El otro día vinieron a hacernos un taller al insti. No recuerdo el nombre del taller pero era algo así como “cuerpo no sólo hay uno”. Eran dos chavalas, o eso creo, porque prefiero no dar por hecho qué eran solamente por su apariencia física. Prefiero no dar por hecha la identidad de las personas, por mucho que los prejuicios nos quieran jugar malas pasadas y quieran dejar claro qué significa ser chico o chica. Sea como sea eran unas majas.
Volviendo al taller, recuerdo que el día anterior la profe nos contó que vendrían y que trataría sobre temas relacionados con el cuerpo, sobre la diversidad de los cuerpos. Recuerdo una sensación de ansiedad y miedo, hablar o conectarme con mi cuerpo me suele costar mucho. Tengo la sensación que hoy en día hay mucho bombardeo con el tema de los cuerpos y las famosas frases hechas del “body positive” como por ejemplo esta de «todos los cuerpos son válidos». Me da la sensación que es una frase vacía de contenido porque en la realidad eso no funciona así. Por lo menos en mi clase o en mi insti o en mi barrio o en mi casa, no es tan verdad.
No todos los cuerpos son válidos. Sería genial que lo fueran, claro que si, pero seguimos teniendo un montón de prejuicios y de estigmas con los cuerpos que se salen de la «norma». Mi cuerpo no es válido para la sociedad e incluso tampoco lo ha sido para mí en muchas ocasiones, suerte que poco a poco esta idea va cambiando y me voy reconciliando.
Yo soy una chica *cis, o sea me identifico con el género que se me asignó al nacer, y tengo amigxs *trans y *gender fluid, muchxs de nosotrxs hemos tenido la sensación de que nuestro cuerpo no era válido, por lo que igual no tiene tanto que ver con lo de ser cis o ser trans esto de quererse, si no con cuánto sientes que te quieren desde fuera, los demás.
¡Puede parecer que estoy tirando por tierra el concepto del amor propio, para nada! Lo que intento es entender la manera de habitar la vida aprendiendo a quererme, pero sabiendo que si desde fuera no me quieren bien el trabajo de amor propio me será altamente complicado.
Con todas estas divagaciones sobre cuerpo, amor propio e identidad me sorprendí en el taller, en el que empecé como un flan y poco a poco fui entrando y relajando. La verdad que las personas que lo hacían nos lo pusieron muy fácil, recuerdo una dinámica que todavía hoy la pienso y me sale una sonrisa. Nos propusieron que nombráramos partes del nuestro cuerpo con las que podemos hacer cosas que nos molen pero que no tuvieran nada que ver con la estética! Pensar en mis pestañas no valía, para que nos entendamos. He de reconocer que me costó mogollón hacer este ejercicio, no solemos, o yo por lo menos, mirar a nuestro cuerpo de forma positiva, para empezar. Pero tampoco sabemos, o no tenemos costumbre de nombrar partes de nuestro cuerpo que nos gusten sin una connotación estética. Me pareció una propuesta chulísima al igual que complicada.
Pensé en mis muslos gordos, gordos. Lo escribo dos veces para decírmelo a mi misma y liberarme! Pensé que son fuertes, que me sostienen el peso, que me mantienen erguida y me llevan siempre donde quiero. Pensé que cuando llegue el verano y me meta en el agua con las olas recordaré que mis muslos gordos hacen que me agarre fuerte a la arena y no me caiga. Cuando llegue el verano y me desnude en la playa me acordaré de este taller y de la importancia de quererte y rodearte de gente que también lo haga.
Esta dinámica del taller puede parecer una tontería, pero para mí es un punto de partida, un principio, un respiro, un toque de amor hacia mi cuerpo y un reclamo colectivo para todos los cuerpos que alguna vez no encajaron.
Ahora sí que puedo asegurar que el taller se llamaba “cuerpo hay más de uno» porque depende de con cuánto amor lo mires y lo miren, CAMBIA.
De repente pasó el verano y vuelvo al insti. Siempre que llega el principio de curso se me pone el cuerpo contento pero también raro. Me gusta encontrarme con mis compis, pero a veces siento que no encajo del todo. Llevo todo el verano pensando en quererme a mi misma, en ponerme arriba la autoestima y empezar el curso con la cabeza bien alta, pero ahora que ya estamos de vuelta me doy cuenta que no solo depende de mí. Que la autoestima no depende únicamente de mí, no depende de cuánta energía le ponga ni de cuántas veces me repita que soy válida para hacer cosas o merecedora de disfrutarlas. Me he dado cuenta que necesito que la gente de mi entorno me dé refuerzos positivos; qué me pregunten cómo estoy?, qué me digan si necesito un abrazo, que me tengan en cuenta aunque pase desapercibida la mayoría de las veces o que no den por hecho que para ¨molar¨ hay que ser de una única manera, que somos muchxs y que todxs cabemos.
Decidí hablar con Marta, una amiga del insti, de todo esto; me armé de valor y le conté que, a veces, me siento muy insegura porque siento que no encajo en ningún grupo, que pongo mucha energía en intentarlo y que he decidido poner energía en estar bien conmigo misma, pero que sola me cuesta. Marta, que es una maja majísima, me ha dicho que a ella también le pasa a veces y que podemos hablar de ello para desahogarnos.
En algunas conversaciones con Marta le cuento que me siento poco divertida para el resto, que no tengo un gran don para hacer amiguis y que eso me pesa un poco, que en el fondo me parece absurdo y poco interesante ser como el resto, pero que fuera de esa norma hay un vacío enorme, una sensación de soledad aun estando rodeada de gente. Marta me ha dicho que ser graciosa está sobrevalorado y que la forma que yo tengo de escuchar a la gente sí que es un don, que ponga la mirada en todo aquello que se me da bien y que igual así me será más fácil aquello de quererme. Ella sí que es graciosa. Marta tiene millones de amiguis y habla siempre de muchos temas, ellaestá muy empoderada y dice bien alto que le gustan las chicas desde que hemos empezado el curso y esto me está ayudando mucho. Me ayuda que me escuche, que seamos amigas desde hace tanto tiempo y que me cuente que ella también se pone insegura a veces, Uauuuuu, la gente popu también es insegura.
Empezar a nombrar que a veces el insti o el aula me hacen sentir pequeñita me está liberando mucho. Por ejemplo, el otro día vinieron a hacernos un taller de sexualidad y comenté delante de toda la clase que no me interesa ligar, nada relacionado con el sexo, por ahora, que no entra en mis planes y que estoy en otras cosas. Flipé cuando dos compañerxs de clase dijeron que les pasaba lo mismo. Puuuuf que alivio, qué sensación de grupo tuve y que libre me sentí al no sentirme juzgada por el resto de la clase.
Sola no lo habría hecho, le doy las gracias a Marta, a mis compañerxs que me apoyaron y a mí, sobre todo a mí. Es un camino lento aprender a querernos, por lo visto a lxsadultxs también les pasa, también les cuesta aprender a quererse. ¡Así que poco a poco, no tengo prisa pero si ganas!
Vols perdre la intolerància que et sobra? Ja no suportes més ser un buller? Vols aprendre a viure amb uns hàbits més saludables com: el respecte, l’empatia i l’alegria de viure deixant als altres en pau?
No t’ho pensis més!, anima’t a perdre la gordofòbia!
Segueix amb nosaltres aquests passos i no et podràs creure els resultats!:
Comencem a poc a poc: No ofereixes consells sobre aprimament i dietes a qui no t’ho ha demanat (a conegudes i desconegudes) que tampoc és que tinguis un màster en nutrició, oi?
No et facis el metge: no diagnostiquis malalties només veient un cos. Repeteix-te com un mantra: la salut no té per què tenir res a veure amb estar gras.
Respira fons i no li diguis a algú «que bé que estàs» quan, pel que sigui, s’ha aprimat uns quilos, pot ser inclús que s’hagi aprimat perquè està passant un mal moment, flipa!
Va, segur que ets capaç de no dir allò de «amb lo guapa que és de cara, és una pena que no s’aprimi una mica», pena la que fas dient això.
Posem-nos en situació: estàs a la platja o la piscina i hi ha gent grassa al teu voltant (si, són coses que passen, també n’hi haurà baixetes, coixes, peludes o molt primes t’aviso) és el moment de no quedar-se mirant de dalt a baix a ningú i fer comentaris per lo bajini amb els teus col·legues, actua normal, veuràs que el teu dia és molt més relaxat i no sentiràs aquell regust d’odi a la boca, que és fastigós. Veu una mica d’aigua i fes-te unos nados.
Amplia el teu imaginari! Mira al teu voltant (amb carinyitu) i veuràs com és la realitat, exacte: no és com el que veiem a les xarxes, gairebé ningú complexis els estàndards desfasats de «bellesa» que veiem a les pelis o anuncis.
Si segueixes aquestes pautes tampoc podràs fer acudits sobre gent grassa, òbviament. Però tranqui, hi ha un munt de temes (que no ridiculitzen a ningú) sobre els que fer broma.
Recorda: moltes coses que desitges o creus que «són així» les penses perquè t’han maxacat des de xiqui, amb anuncis, acudits, pelis….Bones notícies: ho pots desaprendre! Això sí, cal voler-ho i obrir una mica el pensament per no seguir sent un cansino.
Ànims, tu pots fer-ho! Si necessites més tips sobre com desfer-te de la gordofòbia que et sobra busca a internet i escolta.
Doncs ja ho tenim de nou aquí. El què? Doncs el Nadal, què si no? Les llums aquestes horroroses que es col·loquen en alguns carrers, la figureta del pare Noel escalant balcons, els anuncis de la tele, la pressió per pensar regals per a alguns que, en realitat, quasi no pensen en nosaltres cap altre dia de l’any. Que en realitat té coses xules, no dic que no: vacances, trencar una mica amb la quotidianitat de l’institut, potser pensar en que dinarem i soparem una mica diferent, algun regal xulo, etc. Però és que aquest any de pandèmia ho està posant tot una mica difícil. I això no és només pel virus, que també, sinó per tots els missatges que se’ns tiren a sobre. I és que és sempre el mateix, que si vigila, que si sigues responsable, que mira que depèn de tu, que les àvies i els avis són de risc, etcètera, etcètera. Si és que no ens deixen gaudir, com si fóssim totes unes irresponsables que no pensem més que en nosaltres! Que sí, que vale, que hi ha gent que passa de tot, però només són els xavals i les xavales? Doncs què voleu que us digui, estic ja una mica farta! Portem ja quasi un any que ens tiren la merda als joves com si nosaltres fóssim els únics responsables de tot això, com si forméssim part de, jo què sé, una espècie de conspiració mundial per acabar amb la vida de la gent. Ja ho van fer primer amb els més petits, que ni els deixaven anar als parcs a jugar a l’aire lliure. Ara ens ha tocat a nosaltres. Total, així no assumeixen responsabilitats, no? Perquè, que jo sàpiga, poc sembla que podem fer davant de la gent que s’ha d’amuntegar al metro o al tren per anar a treballar i poc sembla que podem dir per a que s’hi posin més diners als hospitals o les residències de gent gran estiguin una mica més controlades. I això per dir només dues coses, quan en realitat són moltes més de les que la gent es queixa. Només és qüestió d’escoltar una mica a la veïna, que potser sap bastant més de la vida real que no el senyor de corbata que presenta l’informatiu de torn.
Però bé, jo en realitat volia parlar-vos d’una altra cosa i m’he liat. I és que a mi no se m’acaba de posar bé el Nadal, com que vegades sento que se m’ennuega i se’m fa una mica pesat. I si això ja em passava abans del COVID, doncs tinc la sensació que aquest any potser serà una mica així. Aquests dies passarem més temps amb la família i això se suposa que és el que s’ha de fer, el que s’espera de nosaltres, com si totes les famílies fossin l’hòstia i familiar fos sinònim de persona que t’estima i t’estimes. Doncs mira, en alguns casos sí, però en d’altres no. Perquè jo tinc col·legues que m’expliquen unes coses… O, bueno, també en la meva família, que en totes hi ha de tot i sempre hi és el típic tiet pesat que no sap res de tu ni li interesses el més mínim fins al moment que necessita saber molt fort si tens nòvio. En fi, què us he dir…
Una mica d’humor 🙂
Però mireu, és aquí quan en realitat penso que la família, en realitat, també s’hauria de poder escollir, que haurien de ser totes aquelles persones que ens fan sentir bé, a gust i tranquil·les, tant si són les de casa com les de fora. Per què no em direu que, tot i estar en família, a vegades no us heu sentit soles? O potser no us ha faltat gent? Són importants, sí, i algunes, en realitat, estan superbé, que no tot és un desastre. De fet, és molt guai quan fem equipillo amb les cosines!
Una mica d’amor 😉
Però és com quan el confinament més dur, que vaig trobar molt a faltar a les col·legues, que les necessitava i necessitava sentir-les al costat, no només a través de la pantalla. Doncs ara igual, necessito a les col·legues i està bé que sigui així i també fer coses que, en realitat, sí que se’m posin bé i no em facin nus a la gola, que per ennuegar-me ja faré servir els torrons si vull. També us dic, per això, que de vegades també necessito temps per mi, que potser amb la gent, a voltes, tampoc m’hi acabo de trobar en alguns moments. El que sí que em va superbé és fer allò que em ve de gust i potser són coses tan tontes, o potser no tant, com sortir a caminar o a córrer. I això és tan variat com haurien de ser els nostres gustos, no? Cadascuna ja sap que és el que li va bé, la qüestió és donar-se temps i espai per a escoltar-se. També donar-li una mica la volta a la situació i buscar maneres. Crec que parlar-ho és una bona opció i això, que si voleu, sempre em podreu escriure al whatsapp (602047850) que l’aniré mirant de tant en tant.
Ale, espero de veritat que tingueu molt bones vacances!!!
Us heu fixat en la «I» del ball de sigles LGTBIQ+? És la I d’intersexualitat, sabeu què significa? Doncs fa referència a un ampli conjunt de variacions corporals que no s’ajusten a les nocions típiques d’un cos masculí o d’un cos femení. Engloba variacions de les característiques sexuals (cromosòmiques, hormonals, gonadals, genitals…) diferents de presentació dicotòmica masculina o femenina. Les persones intersexuals poden tenir de forma simultània característiques sexuals femenines i masculines, o trencar amb l’esperada correspondència entre òrgans genitals, cromosomes, gònades, hormones i aparell reproductor. Les característiques sexuals, al moment de nàixer o més tard a la pubertat, poden semblar masculines i femenines al mateix temps o no del tot masculines o del tot femenines. La intersexualitat o millor les intersexualitats en plural fan referència, doncs, a diversitats corporals que no encaixen amb els estàndards binaris. Anteriorment es coneixia les persones intersexuals com “hermafrodites”, però avui es considera un terme despectiu o estigmatitzant. Tot i que hi ha persones intersex que s’estan reapropiant d’aquest terme desactivant la seva càrrega pejorativa. Encara alguns ho consideren un trastorn, però gràcies al moviment intersex està augmentant a poc a poc la conscienciació sobre la diversitat corporal.
Què passa quan els genitals dels nadons no són masculins ni femenins? La nostra societat és profundament binària. O s’és un nen o s’és una nena, no hi ha altra opció! L’ambigüitat és vista com a patològica. La pràctica habitual és fixar el sexe dels bebès intersexuals just després del naixement i aplicar un tractament mèdic perquè les parts del cos concordin amb el sexe assignat. I es prescriu intervencions quirúrgiques i teràpies hormonals amb la idea de fer-los encaixar en la categoria home o dona. El moviment intersex ha criticat la vulneració de la integritat corporal per les cirurgies i tractaments mèdics sense consentiment, de caràcter irreversibles, a edats primerenques i sovint amb seqüeles. Per això, cada cop hi ha una major tendència a deixar d’intervenir i que sigui les persones intersex qui pugui decidir des de l’autonomia i el consentiment a mesura que es vagin fent grans. Obrint, així, la possibilitat que totes les persones puguem ser felices siguin com siguin els nostres genitals i els nostres cossos. Gràcies a la lluita del moviment intersex avui sabem que la intersexualitat no és una patologia ni una malformació. Uns genitals ambigus no són un error de la natura, una anomalia o defecte de naixement. Els cossos de les persones intersex, com la resta de cossos, no són mai cossos equivocats. Per què doncs «corregir» els cossos de sexe indeterminat, atípic o ambigu i convertir-los en masculins o femenins? No són els cossos sinó la societat qui s’equivoca!
La intersexualitat no és una identitat de gènere ni una preferència sexual, és una corporalitat. Les persones intersex, com qualsevol altra persona, poden identificar-se amb el gènere femení, masculí, gènere fluid o gènere no binari. Les possibilitats del desig de les persones intersex, igual que les altres, són també infinites. Així, doncs, si la intersexualitat no és una identitat sexual i de gènere, què fa la «I» amb les sigles LGTB? Possiblement compartim històries d’invisibilització, estigmatització, exotització i patologització. De sentir-nos diferents, freaks, monstres i bitxos raros. Compartim discriminacions i violències d’un sistema normatiu de sexe/gènere/sexualitat que ens travessa. No encaixar amb la norma cis-hetero-patriarcal és potser el que compartim. Però també podríem pensar que tots i totes presentem trets d’intersexualitat.
Si entenem la intersexualitat com un gran espectre de variabilitat corporal, qui diu quins cossos són intersexuals i quins no? Qui de nosaltres compleix sempre els ideals normatius d’un cos femení o un cos masculí? I això ens interpel·la a totes! Quantes dietes, depilacions, cirurgies estètiques, hormones o hores de gimnàs acumulem per encaixar amb una norma tan estreta i excloent? I seguim fallant en l’intent! I si canviem el focus, deixem en pau els nostres cossos, els nostres desitjos i les nostres identitats i provem de dinamitar la norma? Llavors possiblement podem compartir també estratègies de visibilitat i reconeixement, d’ampliació d’imaginaris i referents empoderants. Per trencar el silenci, vèncer el tabú, superar la culpa i la vergonya. Podem lluitar conjuntament per millorar la vida de qui estem travessades per les violències heteropatriarcals. Per tant, a més de reivindicar la diversitat sexual i de gènere comencem ja a reivindicar també la diversitat corporal. Així doncs, la «I» ens obliga una vegada més a aprofundir i ampliar el feminisme i el moviment transmarikabollo per afinar la mirada sobre els efectes i les violències de l’heteropatriarcat. El 26 d’octubre és el dia de la visibilitat intersex. Aquest i la resta de dies de l’any és un bon moment per fer-ho. Tots els cossos són bonics!
Arriba el bon temps, i tot i estar encara mig confinada, m’emociono amb la calor i ja començo a treure la roba d’estiu de l’armari! I parlant d’armaris, de sortir-ne i del bon temps 😉 us vull parlar d’un projecte guapíssim que fan amiguis meves! Les colònies d’estiu per a adolescent LGTBI+!!!
Les colònies OASIS són un espai de trobada i socialització per a adolescents amb expressions i identitats de gènere i sexualitats diverses. Ja fa sis anys que es fan, experiència en tenen mogollón! Aquesta edició serà del 6 a l’11 de juliol, tot i que encara no saben segur si les podran fer, totxs estem encreuant els dits perquè es pugui! De fet ja estan obertes les inscripcions! Teniu temps fins al 15 de maig.
L’OASIS té tres objectius principals:
Acompanyar processos d’apoderament i positivització d’experiències d’adolescents que trenquen les normes de gènere i sexualitat.
Donar a conèixer referents positius diversos de persones amb diversitats sexuals i de gènere, així com de supervivents de l’assetjament trans-lesbo-homofòbic.
Crear un entorn de llibertat i seguretat on expressar altres formes de viure el gènere i la sexualitat.
O sigui són totals o què?! Jo vull anar si o si a unes colònies amb gent que m’entengui, on poder ser jo mateixa, que fem activitats per sentir-me més forta i contenta i que els monis siguin també del rollo!
Mireu que diuen lxs que hi han participat, és un subidón!
Doncs això, si heu nascut entre el 2002 i el 2007 (ambdós inclosos) i sou del col·lectiu LGTBI+ no us ho penseu, aneu a l’OASIS que coneixereu gent molt total!
Si ens hem de desconfinar que sigui por todo lo alto! 🙂